Yo no viví la movida madrileña. Y me acuerdo que cuando era pequeño me encantaban las pelis de Esteso y Pajares porque en ellas se podía vislumbrar algún muslamen, y alguna tetilla, clase pezón de cabra. Años después me siguen gustando dichas películas por la fuerza ideológica que llevan implícita, la cual ningún censor fue capaz de ver, y claro, los progres estaban muy ocupados viendo los documentales de La 2 para darse cuenta.
Sigamos. Aquella imberbe modosidad saltó por los aires años después cuando me hize con una revista porno, creo recordar que un maravilloso anaquel de Private. Sí, en el fondo todo era muy modoso. No sé, he tenido la suerte de no haber recibido adoctrinamiento ni a favor ni en contra del sexo. Si me picaba me rascaba, y si no pues no me rascaba. Sabia es la naturaleza.
Y a estas alturas de la película me envían un vídeo por correo electrónico, éste que cuelgo. Me hace gracia al principio, pero después de reflexionar me pongo de mala ostia, de muy mala ostia, de muy malísima mala ostia. Sí, se deja caer como algo gracioso pero ahí queda. No he podido saber de dónde ha salido dicha graciosa bazofia, y mi mente paraconspiratoria empieza a hipotetizar con la capacidad reflexiva que adquieren las actuales generaciones dentro del marco del sistema educativo, fragmentado en 17 reinos de taifas de momento, y me acojono por el futuro democrático de este país. Ya se sabe, se empieza por censurar el SEXO y se acaba yendo los fines de semana a un centro comercial a comprar cosas que no hemos necesitado nunca, que no hemos necesitado y que, posiblemente, no necesitaremos nunca. Y mientras la bandera sin honrar.
No sé, me he liado mucho contando mi vida que a nadie, salvo a algún estudioso/a del paquismo, le importa. Ved el susodicho vídeo, reíros e indignaros, o al revés.
Sigamos. Aquella imberbe modosidad saltó por los aires años después cuando me hize con una revista porno, creo recordar que un maravilloso anaquel de Private. Sí, en el fondo todo era muy modoso. No sé, he tenido la suerte de no haber recibido adoctrinamiento ni a favor ni en contra del sexo. Si me picaba me rascaba, y si no pues no me rascaba. Sabia es la naturaleza.
Y a estas alturas de la película me envían un vídeo por correo electrónico, éste que cuelgo. Me hace gracia al principio, pero después de reflexionar me pongo de mala ostia, de muy mala ostia, de muy malísima mala ostia. Sí, se deja caer como algo gracioso pero ahí queda. No he podido saber de dónde ha salido dicha graciosa bazofia, y mi mente paraconspiratoria empieza a hipotetizar con la capacidad reflexiva que adquieren las actuales generaciones dentro del marco del sistema educativo, fragmentado en 17 reinos de taifas de momento, y me acojono por el futuro democrático de este país. Ya se sabe, se empieza por censurar el SEXO y se acaba yendo los fines de semana a un centro comercial a comprar cosas que no hemos necesitado nunca, que no hemos necesitado y que, posiblemente, no necesitaremos nunca. Y mientras la bandera sin honrar.
No sé, me he liado mucho contando mi vida que a nadie, salvo a algún estudioso/a del paquismo, le importa. Ved el susodicho vídeo, reíros e indignaros, o al revés.
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