¡Aupa Selección!

Once tíos en pantalones que cobrarán una pasta, tanto si ganan como pierden, a más de dos mil kilómetros harán, en aproximadamente una hora, que esté pegado a la pantalla, que me levante y no me vuelva a sentar, que me tenga que salir al balcón para ver lo que pasa si llegan a los penaltis. Vibraré como lo hice contra Italia, aunque menos con Rusia. Saltaré, me abrazaré, daré algún furtivo beso, me comeré una pizza en el descanso. Y tal vez acabe en alguna fuente...
¡Suerte Selección! Mientras llega el momento, recordaré el doce uno a Malta:






PD. Hoy se acaban mis vacaciones. Mañana, gane o pierda España, volveré a intentar que haya gente que comprenda que la cebolla SÍ tiene DNA o que el péndulo de Foucault NO es un reloj.